Hoy ha partido para siempre Fernando Peña. Un grande para muchos, un pelotudo para otros tantos. Pero ni grande ni pelotudo, un ser especial, con todas sus controversias y escándalos. Un tipo que siempre dijo lo que quiso e hizo lo que sintió. Qué grande es eso. Cuántos de nosotros posee semejante fortaleza, pocos seguramente.
Su incontinencia verbal y actuante pudo haber sido en determinados momentos, errada; pero no por eso menos verdadera.
Fernando Peña era capaz de decirle a “su público”, aquel público que pagó la entrada para ver su show, que eran unos hijos de puta. Así nomás. O quedarse desnudo frente a una decena de periodistas, sólo por mostrar su esencia. Acto que muchos consideraron obsceno y denigrante, pero que muchos otros aplaudieron. Así de controversial era. Así de entrañable será.
Hoy se apagó una voz, una mente brillante y un renegado de la miseria humana.
4 Huellas en el Valle:
Muy sentido.. gracias por compartirlo.. no le conocía..
un abrazo
saludos fraternos
La verdad, la muerte de Peña no me produjo nada. A mi no me cambia la vida, ni siquiera me conmueve. Lo que sí me va a dar mucho asco es el "juguemos al muertito" de los medios. Hoy queda demasiado facil y demasiado bien decir "Peña era un genio", para mi siempre fue un pelotudo".
Hola, tu blog se ve espectacular estéticamente, felicitaciones.
a todo esto, linda reflexión...
Esta persona de quien tu escribes era muy paresido a el gran genio Michael Jackson. Estor de acuerdo con los que deces CristianM,Es increible como los medios destrullen las personas en vida pero glorifican a esas misma personas en muerte.
Publicar un comentario