5 sept 2006

ºo.O PUERTAS O.oº


Minúscula transcurre la vida en ésta parte de la esfera, donde las calles se han vuelto desoladas aún estando abarrotadas de gente.
Camino y camino entre éste todo y la nada misma que es mi mundo y por más que busco no encuentro, es que ya no hay nada.
Hace tiempo ya que he dejado de sorprenderme, no recuerdo lo que es sentirse profundamente emocionado por algo; todo transcurre a mi lado, en frente de mí, sobre mí, pero no me toca.
Observo como el frío se esparce sigilosamente por mi cuerpo, pero no hago nada para detenerlo, acostumbramiento quizás, pereza tal vez.
Este pedazo de corazón que llevo incrustado en mi pecho ya no se altera ante una mirada, un sentimiento o un susto, se ha dormido, retoza, y a veces hasta creo sentirlo roncar.
La vida se me a tornado aburrida, siempre la misma gente, las mismas cosas, las mismas miserias, que bastante asqueada me tienen ya.
He perdido el interés, la curiosidad, la ansiedad, el deseo, el anhelo, la esperanza, los sueños, la pasión, el amor…
¿Cómo vivir donde no hay vida? ¿Cómo morir si no se está vivo?
Sueño con infinitas puertas emplazadas en mi camino, puertas que conducen a otros caminos, puertas que transportan a infinitos lugares.
Imagino gigantes portales que se alzan hasta la inmensidad del cielo, y yo abriendo uno a uno sus picaportes y zambulléndome en paraísos extraños, en historias disímiles, en vidas simultáneas… cada puerta es un destino y cada paso un camino. Apenas dejo de sorprenderme ante sus maravillas, me presento ante una nueva puerta que se abre de par en par invitándome a vivirla.
Sueño con puertas, cientos de puertas, miles de puertas… y un gorrión suicida cae junto a mí y me trae de vuelta. Siento que yo también he caído con él.