29 may 2007


ºo.O NOCHE GRIS O.oº

Noche gris y helada
ésta que discurre,
aletargadamente,
al son de minuteros
que sólo habitan en mi mente,
y anidan en mi alma.

Noche de silencio
audible, persistente,
de litros de café y libros,
de ausencia de sueño
y melancolía.

Noche agónica,
interminable,
de deseo ardiente
y profunda nostalgia
del amor ausente.

Noche solitaria
ésta que transcurre
con paso sigiloso,
a tientas,
para evitar que
desvanezca,
la proyección de
tu imagen
en la penumbra.

26 may 2007


ºo.O POEMA IX O.oº

La inmensidad,
en su máxima expresión,
si no es ella en sí misma,
el infinito.
¡La fascinación!

Ese rapto hipnótico
en que quedo envuelta
y soy presa.
Un paso, y otro más,

una prenda y otra más,
y nada me detiene.
Cálida y sensual, la brisa
juega con mis formas.
Ya puedo sentir en mis pies

romper los primeros versos,
y la excitación,
sube por mi cuerpo.
Un paso, y otro más,
las letras que me toman
y yo, que me dejo sumergir,
más adentro, más adentro.
Y allí, en las profundidades,

naufrago,
hasta que un poema, con su fuerza,
me devuelve a ésta superficie.

24 may 2007


ºo.O RETAZOS O.oº

Retazos de un tiempo
que ya es pasado,
visiones casi borrosas
de un camino ya andado.
Regresión melancólica
a un sinfín de fotos viejas.
Instantáneas mentales,
que desordenadas,
se apilan en la retina.
Huellas de un tiempo
que se ha esfumado,
casi bordeando el olvido.
Un sabor agridulce que
se asienta en la boca,
ante el avance incesante
de ese cruel tono sepia
sobre nuestros pasos.
Pinceladas de una vida
que ya tan solo persiste
en nuestra memoria.

13 may 2007


ºo.O LAGRIMAS DE LA INFANCIA O.oº

Fría brisa, densa neblina,
y el día que se amanece.
Pequeñas y suaves gotas
que caen incesantes
sobre una cálida alfombra.
Son trocitos de lágrimas
que se desprenden
de una desilución temprana.
Pequeños terrones de lágrimas,
éstas que se escabullen
entre diminutas manos.
Son lágrimas de la infancia,
pequeñas gotas cristalinas,
que develan los restos ya
de la más pura inocencia.

3 may 2007


°o.O ROSA MUERTA O.o°

Ella solloza tendida
en su inmensa cama
de rosas muertas.
Sólo el polvo de
esos tantos años
de encierro persiste,
esparciéndose,
arropándola.
Ella solloza, despojada,
ni sus ropas le quedan,
pues se han ido con
la llegada de las polillas.
Sólo un atisbo de luz
que cuela por la ventana
denuncia la estadía
de un nuevo día.
Ella solloza, deshecha,
y se pregunta: “¿Cuánto más?”.
Las marcas de tantas lágrimas,
llagas, heridas abiertas,
dejándose podrir lentamente.
Ella solloza tendida
en su inmensa cama
de rosas muertas,
la pérdida de su amante.
Ella solloza, y se pregunta:
“¿Cuánto más?”.