27 abr 2007

°o.O MI PRIMER TIRAMISU O.o°

Tan solo anteayer mi única preocupación era conseguir queso mascarpone para hacer un tiramisú, mi primer tiramisú. Antes que nada me aseguré de conseguir la receta del tiramisú, parece sencillo a simple vista. El problema era conseguir el queso que no es muy común, según leí por ahí es semidulce. Raro. A pesar de éste inconveniente en mi aventura culinaria, era feliz, muy feliz de sólo imaginar lo mucho que le gusta éste postre a la luz de mi vida.
Pero la vida siempre tiene una estocada preparada para mí, debería haberlo imaginado, que ilusa…
Hoy piso la realidad, otra vez, ésta en que solo estoy yo con mi soledad, ésta que siempre fue frío y sombras, ésta a la que temía tanto volver. Aunque creo que nunca me fui, o peor aún, nunca me dejaron ir.
Tengo miedo, mucho miedo, tanto que mi cuerpo no deja de temblar, hasta tipear estas letras me es difícil.
De repente puedo ver ese queso mascarpone derramado en la mesa, y dejándose gotear sobre el piso. Y pensar que camine tanto buscándolo…
Que ilusa, creer que la felicidad completa me podía tocar, a mí tan solo.
¿Por qué no puedo torcer mi destino?
Estas letras no le pertenecen a Puravida, porque no pretendo hacer poesía, solo soy yo, Mariana, tratando de alejar los tormentos de mi alma.

11 abr 2007

°o.O PASOS SILENTES O.o°



Cientos de pasos, miles de pasos, en la transitada peatonal de la ciudad de Córdoba. Puedo oírlos claramente, desde lejos ya se los oye venir con su paso apresurado, marcando el ritmo de una mañana agitada en ésta gran ciudad.
Muchos son los pies que recorren la peatonal cada día, y todos se dirigen hacia algún lugar, muchos están llegando tarde, o simplemente, no quieren perderse el colectivo de las y cuarto. Son pasos cortos y rápidos, son zancadas y hasta corridas por momentos. Son adultos, jóvenes y niños, también ancianos.
En ésta mañana de otoño, la brisa fría se cuela entre el gentío y hace tiritar a más de uno que osó salir con poco abrigo. Es uno de esos días en que uno desearía quedarse en casa tomando unos mates calentitos con facturas.
La peatonal se haya abarrotada de ruidosos pies que vienen y van. Y de pronto un silencio entre tanto taconeo. Miro a mí alrededor, pero nadie parece notarlo. Es extraño.
Sigo aburriéndome con el son monótono del paso de los transeúntes junto a mí, mientras cuestiono la normalidad de éste acto de sentarme a escuchar pasos.
Otra vez el silencio, prácticamente absoluto que se mezcla entre los tantos pasos. Ahora estoy segura de haberlo sentido, pero nadie más lo nota. O al menos lo disimulan bien.
El silencio va haciéndose cada vez más grande y los pasos se van perdiendo lentamente, casi ya no los oigo.
Entre los cientos de pies de ésta peatonal, puedo percibir levemente dos pequeños pies que se abren paso entre el resto. Avanzan tímidos, como pidiendo permiso, casi fantasmales; y están desnudos.
Los otros pies, encaminados a sus obligaciones le pasan al lado, por encima, a través… Ninguno nota la presencia de éstos otros, distintos de ellos, pero tanto o más valiosos.
Estos son pies cansados, llenos de frío, sucios de tanto andar, son pies de la calle, pies desnudos... y estos, estos son pasos silentes, pasos que quizás no lleguen a destino.

5 abr 2007

°o.O TAN SIN VOS O.o°


Siempre lejos es tan lejos...
y siempre soy tan sin vos.
Siempre los días son tan noche...
y siempre soy tan sin vos.
Siempre la vida es tan nada...
y siempre soy tan sin vos.

1 abr 2007


°o.O NO DEJO DE EXTRAÑARTE O.o°

La mañana que se avecina
con la luz de un nuevo día,
y yo, que tan sólo soy sombras.

El aire todo que se envicia
con el son de una dulce melodía,
y yo, que no tengo oídos.

La brisa que entra de repente
golpeando la ventana a su paso,
y yo, que no siento en la piel.

Las horas que se precipitan ansiosas
inaugurando una nueva eternidad,
y yo, que no dejo de esperarte.

Lágrimas que llueven de mis ojos
las penas de otra noche ausente,
y yo, que no dejo extrañarte.