28 oct 2007


°o.O OTRA VEZ LA TRISTEZA O.o°

Otra vez la tristeza y la melancolía, se agolpan a las puertas de mi alma, que ilusa, se creía ya inmune.
Hoy me abruma la desesperación, la desilusión y la desesperanza; al toparme una y otra vez con puertas cerradas, o inclusive, inexistentes. Entonces pienso: quizás no sea lo suficientemente aplicable para nada.
Y así, una vez más como siempre, vuelvo a sentirme desterrada, exiliada, confinada al olvido. A la nada. ¿En que vuelta de éste bendito planeta tierra fue que me descolgué y caí, de modo inexorable?
Siempre me caractericé por ser demasiado despistada, siempre fui un espécimen raro, medio autista, medio fantasiosa, casi viviendo en un mundo paralelo o en realidades cuasi-ficticias (de hecho Cristian, me lo sugeriste alguna vez), a veces fría como un témpano, e inexpresiva como una roca. Por supuesto que tengo raptos de lucidez, éste es uno de ellos, cuando salgo de mi abstracción y descubro el mundo de los ‘otros’.
Inmediatamente, se hacen presentes los tormentos en mi alma, que devienen en ésta tristeza que hoy llevo a cuestas, desagotándose en éste torrente de lágrimas sinsabores. Mientras tanto, la noche transcurre calladamente, inmutable, solitaria. No es la misma noche que otras veces acuñó mis lágrimas, cobijó mi sombra; es otra, una muy distinta, que simula no conocerme, que evita mis penas, que me abandona al tormento de mi soledad.
Esta noche en la que yo estoy y vos no estás, necesito tan sólo que me abraces fuerte, muy fuerte y que no me sueltes, que cubras con tu pecho mis lágrimas, hasta dormirme acunada por el son de los latidos de tu corazón.
Te susurro un secreto al oído amor: ‘me haces muy feliz’.