Ella escribe a la soledad
tirada en su desvencijado sofá.
Ella estampa su descontento,
y sólo siente pena de sí.
Ella sueña que vuela,
y vuela alto,
con sus alas de gaviota.
Ella hace garabatos
con sus letras cansinas,
y pelea así contra el hastío
de tantos días iguales.
Ella fantasea con colores,
rueda por praderas y valles,
y casi se siente feliz.
Ella hace un bollo con sus versos,
se deshace en llanto desolado,
y vomita su fastidio al viento.
Ella extraña los sueños perdidos,
las fantasías de juventud.
Ella sólo se arroja de la vida.
6 Huellas en el Valle:
Bueno, no está nada mal.
Si tan solo tuvieramos el valro de arrojarnos a la vida todos los dias.
... terminariamos estrolados como mosquitos en el parabrisas existencial.
Lindo poema, poeta.
Besos.
Idem.
EEla se viste de ventana para que alguien vea la vida por sus ojos...
(Qué bonito poema , gracias)
No, Mariana, ella no debe arrojarse de la vida; debería arrojarse ¨a la vida¨, lanzarse, zambullirse, internarse, atragantarse de vida.
bello poema, amiga, te dejo un beso
Si fuese mujer creo me sentiría identificado con tu hermoso poema.
Pero soy hombre
e igual me arrojo a la vida.
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