Dulces gotas de sudor brotan
de los poros de estos cuerpos
que en un extasiado contorneo
se abandonan a la enajenación.
Irresistible tentación de morder,
de desgarrar poco a poco la piel,
de sentir el sabor del deseo y
morir lentamente a tus pies.
Al son de esos tantos gemidos
exquisitamente incontenibles
se desploman tu alma y mi alma
sobre el suave lecho de la noche.
26 feb 2008
°o.O POEMA XIII O.o°
6:59 p. m.
2 comments
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
2 Huellas en el Valle:
mi imaginación creo muchas cosas al respecto!
me gusta
Salu2
Jorge A. Gauna
Buen poema te sigo desde ciudad blog y tu piesía me gusta mucho.
Leirentzu
Publicar un comentario