Recorro incansable el contorno de tu rostro
e imagino que mis manos te acarician.
Entrego mis besos a la suave brisa
anhelando que alguno de ellos recibas.
y me pierdo en cada recoveco de tu cuerpo,
extrañándote, extrañándonos, tanto y más.
con el trazo del deseo que siento por tenerte,
dialogo con tu ausencia en mis insomnios,
y ahogo en la almohada éste, mi llanto desolado.
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